Termina otro ciclo. Y esta vez, nuestro repaso anual no se va a centrar en recorrer los proyectos que han ocupado estos 12 meses. Si no que vamos a poner el foco en las personas, en los maravillosos seres que hemos logrado reunir a nuestro alrededor.

Tras muchos años, en El Viaje nos hemos dado cuenta que podemos sentirnos muy muy afortunados por la calidad humana de la gente que nos rodea. Que podemos dar gracias de vivir todas y cada una de nuestras aventuras creativas de la mano de personas que hacen que el día a día sea más llevadero, y que los problemas que surgen puedan ser más livianos. Que te hacen mejorar, y crecer, y llegar a puertos que parecían muy lejanos.

Compañeros del estilo de Jaime, todo un ejemplo de como el conocimiento no está reñido con la humildad, ni el talento con la necesidad de hacer ruido. O del estilo de Clara, todo un ciclón de posibilidades creativas, una “no limits” que además llega a todo poniendo siempre una sonrisa, y que destroza la difícil relación rápidez-calidad, en cada proyecto que realiza. O de Mireia, que nos enseña cada puñetero día que estamos equivocados, porque la eficiencia con calma también es posible, y porque también lo es anteponer el bienestar de los demás siempre por delante del tuyo propio.

Otros, es el caso de Sergi, te brindan la oportunidad de seguir creciendo, de seguir volando, de ponernos donde nunca nos habíamos imaginado hace años. Y van más allá todavía, y te cuidan, y se preocupan de tu felicidad, como si fueras un hermano. Y tú piensas que no habrá tiempo suficiente para agradecerle todo lo que hace por los demás, por entender nuestras mierdas, y por empatizar cuando los días se enquistan y tu nivel humano baja más de lo esperado.

Personas como Maxi, que no conocen en su vocabulario la palabra malestar, que siempre te van a enseñar que la vida es mejor verla desde el enfoque positivo y constructivo. Y que el tópico de “personas que siempre están ahí para ayudar”, se tuvo que inventar si o si porque en el mundo existen personas como él.

Y no nos queremos olvidar de otras, como Jose Luis, quién con sólo dos ocasiones y un detalle es capaz de demostrar el tipo de persona que es y la calidad humana que atesora. O como Vicente, que a la hora de trabajar mano a mano alcanza unos niveles de compromiso y colaboración como muy pocos más entienden. O como Victoria, esencia pura de elegancia y dulzura en aquellas ocasiones en las que solicita nuestra colaboración para desarrollar alguna de sus ideas. O Bernardo, otra persona que siempre merece la pena, y que como otros de aquí, también paso hace ya muchos años la barrera de lo profesional a lo personal.

Y estos han sido nuestros logros más importantes este año. Las personas que nos rodean. Y no vamos a negar que este 2023 ha vuelto a ser un año profesionalmente increíble. El mejor. El año que nuestro trabajo, y esto es increíble, se ha hecho más internacional que nunca. Ya sea con unos catálogos que pisan 3 o 4 continentes, con unas palas que cada vez están en mas países, o en forma de logotipo que dará la vuelta al mundo con todos y cada uno de los vinos de nuestra tierra.

Todo eso es increíble, si, pero nos hemos dado cuenta que por encima de ello, está la inmensa fortuna de conseguirlo con gente fantástica. Cuando topas con personas profesionalmente brillantes, que te hace crecer, y además es gente de este nivel humano, que hace el camino mucho más especial, no se puede decir otra cosa que gracias.

Desde estas lineas, aquí nuestro pequeño homenaje a las personas, a las nuestras y a las que seguramente también habrá en otros muchos pequeños rincones del mundo laboral.

Felices fiestas a todos!!!